En el artículo anterior, te expliqué las connotaciones universales de los diferentes colores, para que pudieras tenerlas en cuenta a lo hora de escoger los de tu marca.
Ahora que ya las conoces y has escogido tu color principal, quiero hablarte sobre cómo combinar los colores para crear una paleta armónica que enriquezca tus diseños.
Para ponerte en contexto quiero presentarte el círculo cromático. En él están representados todos los colores primarios, sus derivados y los colores intermedios que existen.
Debajo tienes la versión normal y la simplificada. Utilizaré la simplificada para mostrarte las diferentes formas de crear gamas de colores armónicas.
Paleta monocromática
Si usas un solo color, o coges uno como base y varías la saturación y la luminosidad para crear diferentes colores, estás creando una paleta monocromática. Si tomas como ejemplo el círculo, te será más fácil verlo.
La ventaja principal es que te saldrán combinaciones uniformes y sin estridencias. Además es la forma más sencilla de asociar tu imagen de marca con un color corporativo y dotarla de personalidad.
Pero tienes que tener cuidado pues puede resultar aburrido, ya que no tienes un color contrastado que te ayude a destacar.
Las gamas monocromáticas oscuras suelen asociarse a marcas premium. Como puedes ver en esta marca de infusiones.
Este recurso de jugar con el blanco y el negro se utiliza mucho en webs de marcas de moda, con el objetivo de darle mayor protagonismo a las imágenes.
Paleta análoga
Puedes crear una paleta de colores análogos, escogiendo tonos cercanos entre si en el círculo cromático.
Suelen combinar muy bien y serán más ricas que las monocromáticas.
Además el resultado será muy armónico y equilibrado, ya que los colores que están cerca se llevan bien.
Para dar más o menos contraste puedes jugar con la intensidad de los colores.
Un ejemplo conocido de marca con colores análogos es BP.
Paleta complementaria
La conseguirás escogiendo colores opuestos entre sí en el círculo cromático.
De este modo conseguirás mucho contraste y el resultado siempre es agradable a la vista, ya que los colores opuestos combinan muy bien.
Este cartel de Valentín Adam, un diseñador francés que juega con el minimalismo y la experimentación tipográfica, lo demuestra.
Tríada
Se forma escogiendo tres colores equidistantes entre si.
Como resultado tendrás composiciones con mucha fuerza, vibrantes y coloridas pero equilibradas. Para no saturar el mensaje, te recomiendo usarlo en pequeñas dosis.
Otras opciones
Te he mencionado las paletas básicas, pero si quieres complicarlo un poco más, existen otras opciones. Ten en cuenta que si combinas bien puedes obtener diseños más ricos, pero si no, corres el riesgo de obtener un resultado mediocre en el que se pierda el mensaje principal que querías transmitir y definiste antes de escoger los colores.
Colores divididos o análogos con acento
Consiste en coger dos colores análogos entre sí y uno opuesto para contrastar. El principal será uno de los análogos.
Dobles complementarios
En lugar de tener 2 colores, como en la paleta complementaria, tendrás 4. Que obtendrás a partir de los colores complementarios de los dos colores que hayas escogido.
Colores equidistantes
Siguiendo el ejemplo de las tríadas, puedes añadir uno o más colores, combinarán bien entre sí, siempre que estén a la misma distancia. ¡O eso dice la teoría del color!
Consejos finales
Menos es más
Si no estás segur@ reduce los colores. Es mejor que el espectador se quede con el mensaje correcto de forma simple, a que lo abrumes con un montón de mensajes confusos.
Apóyate en el moodboard
Si ya has definido tu imagen visual con un moodboard de partida, puedes escoger una imagen representativa del mismo y usarla de base para escoger tu paleta de color.
Existen páginas gratuitas como Lorem.cat, con la que puedes generar paletas de color a partir de una imagen o directamente sobre el círculo cromático.
Establece usos para cada color
Define para que utilizarás el principal y para que el/los secundario/s para mantener una coherencia visual.
Por ejemplo: el principal para logo y títulos y el secundario para llamadas a la acción en la web y palabras en negrita. Puedes definir incluso los porcentajes de uso de cada color, aunque luego lo calcules a ojo.
Usa el libro de color
Una vez has definido tus colores corporativos deberías saber con que valores se corresponde en pantalla y en impresión.
Para ello puedes usar la guía PANTONE, ya que lo que ves en pantalla no tiene porqué ser igual a lo que salga en impresión y así te aseguras no llevarte ninguna sorpresa.
Cuando tengas claros los valores, anótalos para usar siempre los mismos.
Espero que este artículo te sirva de ayuda para generar una paleta de color armónica. Cómo has visto, incluso con con una gama de color monocromática se pueden conseguir resultados interesantes.
Recuerda que lo principal es el mensaje que quieres transmitir, por lo que debes mantener el foco en él y tratar de ser objetiv@, independientemente de que te guste más o menos una paleta u otra.
¡Si tienes alguna duda, ya sabes, estaré encantada de echarte un cable!