Un buen arte final, lo que hace es pasar lo que ves en tu ordenador a una impresión de calidad.
Seguramente alguna vez has intentado imprimir una imagen que te encanta desde tu ordenador, o desde el móvil y lo único que has conseguido, es una imagen pixelada, de colores apagados.
Para evitar estos problemas te contaré algunos detalles que debes tener en cuenta:
1. Modo de color
Confirma que el documento y los elementos que lo forman, están en CMYK.
Sin entrar en detalles, debes saber que una pantalla y una impresora no funcionan de la misma forma.
La pantalla funciona con colores luz o RGB, que es la abreviación de Red, Green y Blue (rojo, verde y azul). Mientras que la impresora funciona con colores pigmento o CMYK, abreviación de Cyan, Magenta, Yellow, Black (cian, magenta, amarillo y negro).
Por eso, antes de imprimir, debes asegurarte de que el modo de color del documento es CMYK. De esta forma el resultado será lo más parecido posible a lo que ves en pantalla.
Te pongo un ejemplo de una imagen en RGB y CMYK
Como ves, los colores en RBG son más luminosos. Esta diferencia se acentúa en cianes, azules, verdes claros y rojos. Utilizando el modo CMYK, evitarás sorpresas.
Si el documento está formado por imágenes y elementos vectoriales (textos y formas…), estas imágenes deben estar en modo CMYK o escala de grises.
Si no tienes un programa de edición de imagen, existen algunos online como este (vínculo a http://www.rgb2cmyk.org/es.html)
2. Cortes, Hendidos y Sangrados
Si vas a enviar un archivo a imprimir, debes saber como se representan las diferentes opciones.
El corte se hace con una linea recta y el hendido (doblez) con una linea punteada.
El sangrado consiste en dejar la imagen más grande de lo que toca, para evitar que quede un borde blanco si el archivo se mueve durante el corte.
Siguiendo con la foto anterior, si la mandases a imprenta de este modo, la cortarían por la linea continua y la doblarían por la mitad.
3. Resolución
La resolución de una imagen se mide en ppp (píxeles por pulgada). Cuanto mayor sea el número de ppp, más alta será la resolución.
Las imágenes en pantalla se miden en pixeles de ancho x píxeles de alto. Así el tamaño de la imagen en pantalla dependerá de la resolución de la misma.
Sin embargo a la hora de imprimir, la resolución óptima es de 300ppp.
Por eso, aunque a veces ves una imagen a un tamaño perfecto en la pantalla, al imprimirla se pixela.
No es lo mismo tener una imagen de 20 x 2o cm a 300pppm que una imagen de 20 x 20cm a 80ppp. La primera tendrá mucha más información.
Siguiendo con el ejemplo de antes: la mitad de la foto está a 80ppp y la otra mitad a 10ppp. Como puedes comprobar, aunque el tamaño es el mismo pero la parte izquierda tiene mucha más información.
Las imágenes que te descargas de internet, suelen tener una resolución de 72ppp, por lo que si las quieres imprimir, debes tener en cuenta que el tamaño será menor.
4. Formato
La extensión que sigue al nombre de nuestro archivo se corresponde con el formato (png, jpg, tif…). Cada formato tiene unas propiedades diferentes.
Si lo que tienes es un archivo con elementos vectoriales e imágenes, lo ideal será guardarlo en pdf, teniendo en cuenta estas recomendaciones:
- Divídelo en capas:
- Información: tintas, tipografías o consultas para el impresor.
- Diseño
- Troquel: cortes y hendidos
- Medidas
- Guarda dos archivos: una original y otro con los textos trazados.
- El original tendrá textos editables. Es útil por si el impresor tiene que cambiar alguna cosa.
- Texto trazado quiere decir que convertimos el texto en una forma vectorial que no podemos editar como tal. De este modo, si el impresor no tiene una tipografía de nuestro diseño instalada, verá el archivo tal cual lo hemos enviado.
- Asegúrate de que el modo de color es CMYK y perfil FOGRA39 (pregúntale a tu impresor que perfil usa)
- Guarda en una carpeta las imágenes que has utilizado y en otra las tipografías y comprímelo junto con los archivos pdf que acabas de exportar.
Si lo que quieres imprimir es una imagen, te recomiendo guardarla en formato TIFF.
Este formato mantiene la calidad de la imagen sin comprimirla. La pega es que pesa bastante.
Puedes guardarlo también en JPG, procurando comprimirlo lo menos posible y conservando su calidad máxima. El problema del JPG es que pierde calidad cada vez que se abre, pero para las veces que lo va a abrir el impresor no serán suficientes para notar esta pérdida.
5. Prueba de impresión
Si tienes tiempo, haz una prueba de impresión. Sobretodo si es una tirada amplia, para asegurarte de que el archivo final sale como esperas.
En resumen, cuando quieras imprimir un archivo:
- Asegúrate de que está en modo de color CMYK
- Comprueba que la resolución es la óptima para imprenta (300 ppp)
- Guarda el archivo en un formato que mantenga la calidad y minimiza la compresión
- Si tienes tiempo haz una prueba de impresión previa a la impresión final
