Has empezado tu proyecto empresarial con mucha ilusión. Tienes unos objetivos, unos valores y un porqué que te hace levantarte cada día y trabajar con todas tus ganas.
Ahora necesitas que el mundo lo sepa para poder vivir de ello.
Si esta es tu situación, es posible que últimamente hayas oído hablar del branding.
Si no tienes muy claro de qué va, sigue leyendo, que aquí te lo cuento:
Entonces… ¿De qué va eso del branding?
El branding es un anglicismo que hace referencia al proceso de construir una marca a partir de unos valores que generen relaciones duraderas con el consumidor y que la diferencien de la competencia.
Es decir, es un proceso de dentro hacia fuera.
Parte de tus valores como marca y tu filosofía. Debes tener claro qué te diferencia de tu competencia y como quieres que te perciban.
Y con todo sobre la mesa, empiezan las acciones para construir tu marca.
Pero… ¿Qué es una marca y qué elementos la forman?
Normalmente cuando la gente habla de una marca, piensa automáticamente en el logo, en las tarjetas de visita o en la imagen de su web. Y aunque estos elementos visuales, son una parte importante de una marca, no son la única.
Definiciones de marca
Jeff Bezos, dice que:
“Tu marca es lo que la gente dice de ti cuando no estás en la habitación”
La agencia Saffron la define así:
“Una marca es una promesa. Una buena marca es una promesa cumplida”
He escogido estas dos definiciones porque creo que reflejan muy bien que:
Una marca también es lo que la gente percibe de ti, apela a las emociones y a las percepciones que tiene un cliente cuando interactúa con ella y es importante que sea coherente.
El branding trata de canalizar esas emociones para que sean lo que tú quieres que sean. Para que la gente experimente con tu marca lo que a ti te interesa que experimenten. Aunque no puedes controlar el proceso, si que puedes influir en él.
Entonces, la marca es el resultado y el branding es el proceso.
¿De qué está compuesta una marca?
Podemos decir que la marca está compuesta por 4 elementos:
Nombre
Si aun no tienes uno, puedes echarle un ojo a este artículo.
Identidad visual
Está formada por todos los elementos visuales: logotipo, tipografía, colores, texturas, patrones, iconos, estilo fotográfico.
Tono de voz
Definir el tono de voz implica definir las sensaciones que quieres que transmita tu marca a través de las palabras. Es la forma en la que te expresas.
Posicionamiento
El posicionamiento es la idea que tus clientes tienen de tu marca. Lo estarás haciendo bien si tu posicionamiento real e ideal coinciden.
Tener una buena marca, implica que todos estos elementos deben ir en la misma dirección y ser coherentes con tus valores de marca.
Pero…Yo no necesito un branding
El caso es que trabajes o no tu marca, ya tienes una, porque todo lo que haces dice algo de tí.
El producto o servicio que ofreces, dice algo de tí y la atención al cliente que ofreces también.
El objetivo del branding es establecer una presencia única para tu negocio, que conecte con tus clientes, atrayéndolos y fidelizándolos.
Si defines bien tu personalidad de marca y trabajas bien tu estrategia conseguirás:
- Focalizar tus ideas para enviar un mensaje directo a tu cliente ideal.
- Encontrar que es lo que te hace diferente y mostrarlo para diferenciarte de tu competencia.
- Tener una hoja de ruta para realizar tus acciones de comunicación, y esto te ahorrará muchísimo tiempo.
- Aumentar la percepción de calidad de tus productos o servicios. Porque no basta con ser bueno, también tienes que parecerlo. Una imagen profesional te permite subir precios.
- Serás más memorable. Al tener un mismo código visual en todas tus formas de comunicación, será más fácil que te recuerden.
- Si te sientes orgulloso de tu marca, se nota. Si tienes un equipo, una buena marca aumenta el sentido de pertenencia de los trabajadores.
El branding es una apuesta a largo plazo
Se trata de transmitir sentimientos, valores y atributos de marca a través de muchos puntos de contacto. Ya sea el email, tu web, tus redes sociales, una charla, tus tarjetas de visita…
Contar quién eres, qué haces y cómo lo haces. Siempre tratando de aportar valor a tu público objetivo.
De este modo, cuando llegue el momento de tomar una decisión de compra sobre lo que tú ofreces. El cliente se acordará de ti porque llevas tiempo compartiendo información que le interesa. Y como ya conoce tu forma de trabajar, estarás más cerca de consolidar una venta.
Espero que este artículo te haya ayudado a entender qué es el branding y su importancia 🙂
